Hace un tiempo ya que este chaleco se convirtió en mi preferido. Me encanta el color, un naranjo oscuro que según mis últimas apreciaciones de combinación de los distintos tonos y colores, combina con todo, o bueno casi todos. Además si lo ocupas con las prendas indicadas puede servir tanto para un día de playa y relajo, como para una situación un poco más formal.
Lo encontré buscando prendas choras y utiles a la vez, en uno de los outlet de Santiago. El chaleco de hecho esta pensando para que lo ocupe un niño de 8 años, según indica la etiqueta. Nunca hay que dejar de sorprenderse, de buscar, hay que sacarse los prejuicios incluso en temas tan supuestamente irrelevantes como la moda, mal que mal, nunca se sabe y puedes terminar con una increíble nueva adquisición como esta.
Las fotos son del verano recién pasado, perdidos en algún lago del sur de Argentina, clima frío como invierno santiaguino a ratos, pero sin duda más tranquilo y dulce.
