Lo que más me gusta no es sólo lo increíblemente particular y distinta que es cada una de sus prendas, ni la extraña, pero armónica forma en la que están combinadas. Lo más relevante es como su personalidad, su manera de ser, encaja y hace pleno sentido con lo que sus elecciones de vestuario tanto diario como para fiestas (lo cual obviamente es más evidente, porque bueno, es un personaje de ficción). Un estilo marcado por prendas clásicas y de corte más bien conservador, con pequeños toques -dados por la mezcla- de vanguardia y extravagancia. Accesorios, increíbles zapatos, todo a la medida y siempre coherente de pies a cabeza.
Al final del día, la moda se traduce, en eso, expresión de ideas y nuevos conceptos por parte de los diseñadores, y de ideas, conceptos, estados de ánimo y todo lo que puedas querer decir de manera distinta, con un lenguaje diferente por parte de los que somos usuarios.
Será ficción, pero no estaría mal ser ella por un día.
