No importa si llueve o truena, si tenemos nieve o un sol radiante y altas temperaturas. Da lo mismo si son períodos de calma, de estrés o si estamos en plena revolución siempre hace bien andar y sentirse bonita, pues lo cortes -como dice el dicho popular- no quita lo valiente.
Tenemos que preocuparnos de los pequeños detalles, no importa la ocasión o si pareciera no ser tan relevante, al final del día lo es, porque a diferencia de lo que muchos piensan que es algo tan superficial o machista, preocuparse por verse bien en distintos momentos va a traer siempre más beneficios que perjuicios. Son al final los pequeños detalles los que hacen una diferencia, incluso en temas como la moda y el estilo. Voy a poner como ejemplo algo que me contó la mamá de una amiga hace tiempo: "Yo trabajo vendiendo seguros, por lo que constantemente estoy firmando contratos con clientes, es por eso que siempre tengo la manicure hecha, el cliente SIEMPRE me ve las manos y es indispensable que yo las tenga impecables"
No digo que uno tenga que estar 100% producida todo el tiempo, pero si preocuparse de ciertos detalles mínimos: si ocupas maquillaje, hacerlo según lo que corresponde para la ocasión (no pasarse de la raya), el pelo siempre debe estar limpio, brillante y peinado (no hay excusa válida), no es necesario que uno tenga que gastar grandes cantidades de dinero en manicure, pero si creo que es importante tenerlas bien cuidadas, y así, suma y sigue podemos encontrar una serie de pequeños detalles que al final del día hacen la diferencia.
Las fotos son de una tienda que lamentablemente no esta en Chile que se llama Sephora. Es increíble puedes encontrar todos los tipos de maquillaje, además de otros varios artículos de belleza que les llaman, a precios bastante razonables. Ojalá llegue pronto por estos lados.
Antes muerta que sencilla.
