Si mantenemos la idea de que el decidir que ponernos cada mañana no es algo trivial o superficial, podremos observar que toda esta idea de un "cambio de look" no es simplemente cambiar unos pantalones por otros y arreglarse un poco más el pelo, si no que esta íntimamente ligado a nuestro autoestima y por tanto a la certeza que tenemos de quienes somos y que queremos en la vida.
Siendo así la cosa, la idea de querer hacer un cambio en nuestra apariencia debe venir de nosotros mismo, es uno quien debe solicitar la ayuda y asesoría de otros (idealmente expertos en el tema), porque de lo contrario puede desatarse una serie de emociones encontradas, no fáciles de manejar, porque sí, también decimos quienes somos cuando nos vestimos y nos presentamos a un nuevo día, dependiendo de los acontecimientos que esperamos ocurran y como nos preparamos para ellos.
Ahora, creo firmemente que para que tenga un resultado exitoso, es necesario que uno se entregue plenamente en las manos de la persona experta que se selecciona para realizar este proceso, porque puedo asegurar que habrán muchos momentos no fáciles, ya que es altamente probable que te aconsejen cambios a los cuales uno se ha rehusado de manera consciente o no, por un lapso tan importante de tiempo que nos ha llevado sin quererlo a ese momento en el que terminamos pidiendo ese cambio que no queríamos.
El vestir es también reflejo de quienes somos, así que mejor ponerle empeño para vernos bien.
