Con estos días de calor, que hacen que hacer cualquier tipo de movimiento sea insoportable -en el peor momento del año para muchos- son en los que empiezo a quejarme por no estar en pleno invierno. Entonces, para no ser tan pesimista, se me ocurrió buscar imagenes que evocaron esos buenos momentos del verano, de relajo, donde el calor es rico, es una excusa más para andar con poca ropa, con menos complicaciones; la moda, el vestir se vuelve más tranquilo, menos perfecto y pensando, el calor hace que cualquier tipo de preocupación o accesorio de más, se vuelva intolerante. Nos obliga a ser más naturales, menos producidos, y eso siempre es bueno, por lo menos de vez en cuando.
Soñando con las vacaciones.
Sol: no te odio todavía.
