La ciudad esta para congelarse.
No dan muchas ganas de salir a caminar, el frío llega hasta los huesos.
Pero entre tiendas de pura ropa linda y cool, y cafés por doquier, la ciudad esta simplemente rica.
El problema con el frío es que hay un limite de cuan bien y con cuanto estilo te puedes vestir (abrigar), sin empezar a congelarte viva, porque aun no tengo ni la más mínima idea como lo hacen algunas newyorkinas para salir en este frío con una falda, sin medias, zapatos de tacón (obviamente), y un abrigo -debe ser el mejor de los abrigos-. Es envidiable su tolerancia al frío, pero al mismo tiempo por muy a la moda que estes, creo que se ve simplemente ridículo no tener abrigados los pies, es como estar fuera de contexto.
Quizás por lo mismo decidí abrigarme un poco más, y cambiar lo supuestamente cool, por unos pies más calentitos, unos cuantos cafés más, y andar enamorándome en y de la ciudad.
