Por mucho que a algunos nos guste estar a la moda, a ir adaptando el propio estilo con las nuevas temporadas, hay sin duda ciertas prendas que son imposibles de dejar de ocupar. No importan los años que pasen, ni cuan viejas se vean, porque van adquiriendo esa textura aun más suave, se van amoldando a tu cuerpo y sientes que no sólo son increíblemente cómodas, sino que además uno cree que es imposible verse más guapa cuando tienes esa única pieza que adoras, y ojo que esta idea también se puede traspolar a los zapatos.
Aquí les muestro mi prenda favorita. Son unas medias que mi mamá me trajo hace años de México (cuando en Chile todavía la variedad de medias era minimamente vergonzosa). Como podrán ver están rotas y remendadas, pero igual las amo y me las he puesto todo el invierno. Honestamente estoy esperando encontrar unas similares antes de que estas mueran, porque quedan bien con todo.
