Hay ciertas ocasiones en la vida en las que las personas, nos esforzamos tanto por hacer las cosas bien, que terminamos haciéndolas muy mal. Eso fue lo que la pasó a Eva Goméz y sus desafortunadas elecciones de vestuario.
No podemos decir que hay falta de preocupación o preparación, al contrario, la hubo, y quizá eso es lo que hace aún más grave el error. Fueron aproximadamente 6 meses de trabajo con quien es -supuestamente- uno de los mejores diseñadores del país: Rubén Campos, pero el resultado en principio es sólo desastroso y si sumamos las cámaras y el efecto de las luces a la ecuación, la cosa sólo empeora (aunque no lo creas posible).
Y así es que, con meses de preparación, tenemos una selección de vestidos que no sólo no le quedan bien a la persona que va a ocuparlos (siendo que es un elemento esencial en la elección de un vestido, o incluso de la ropa que ocupamos todos los días), si no que ni siquiera podemos decir que son buenos y hermosos diseños por si solos, pues creo que pocos me discutirán si digo que les falta mucha edición en la elaboración del diseño.
Por tanto, la primera conclusión es que Eva y sus asesores de imagen tomaron, sin lugar a dudas, muy malas decisiones, no haciendo bien su trabajo, pero además que tenemos que dejar de considerar que Rubén Campos es un diseñador que se encuentra a la altura de los tiempos actuales, quizá no respecto a la técnica y confección, pero si cuando hablamos de buen gusto y estilo, pues no es posible que el comentario generalizado sobre como se veía Eva Goméz era por ocupar un eufemismo: muy poco elegante, y aun así sigamos diciendo que es un gran diseñador.
Por último, hay en mi opinión un tercer error que es que una vez elegidos los vestidos no hayan hecho las pruebas de cámara, luces y efectos varios, para saber exactamente como se verían por televisión, y creo que eso además de ser un error de los asesores de imagen, de la misma animadora, y del diseñador, es sobre todo un error de la producción, pues como se presentan los animadores en el escenario y ante las cámaras, es parte del producto final.
Insisto, vestirse no es algo fácil.