domingo, enero 3

Zapallar.

Vengo llegando de esta playa y quedé impresionada con la cantidad de niñitas, jóvenes y mujeres (los hombres lo mismo por su lado), vestidos todos exactamente en el mismo estilo. No era que ocuparan las mismas zapatillas o que anduvieran todas con cintillos, sino que al mirarlas por muy "distintas" que estuvieran vestidas y aun cuando están obviamente tratando de innovar un poco con un pañuelo más o menos por ejemplo.. al final era simplemente más de lo mismo, y terminabas viendo una playa con pura gente igual. Terminaba siendo un poco fome.

Esta homogeneidad obviamente se ve reforzada por el hecho de que todos tienen exactamente el mismo fenotipo, es impresionante, altos, piel blanca, en su graaan mayoría delgados, ojos y pelo claro, además de especialmente largo en las niñas.

Se que va a sonar un poco snob mi comentario, pero la verdad es que eche de menos la diversidad de las grandes ciudades, como Nueva York, Londres, o incluso Santiago (ciertamente no en la misma intensidad, pero vamos mejorando). No es sólo entretenido e interesante ver distintos estilos, actitudes, ideas, punto de vista taaan claros y definidos, sino que es además educativo, es un aporte. Uno aprende a ser tolerante, a vivir en un mundo con gente de distintas creencias, ideas, y que no sólo las respete, sino que terminas por aprender a apreciarlas e incluso a veces a hacerlas un poco tuyas. Es fome si estamos todos vestidos igual, es mejor aprender a perderle el miedo a la verguenza y al ríduculo.